REFLEXIÓN
La Pascua de Jesús lo cambia todo: los hombres y las cosas, su vida, su historia... Nunca hubo cambio tan radical como el de la Resurrección de Jesús.
Y es que la Resurrección es el triunfo de la vida sobre la muerte. La Pascua es, ante todo, la fiesta de la Vida.
Jesús mismo había dicho que Él era la resurrección y la vida, y esa profecía la hemos visto cumplida. ¡¡ÉL RESUCITÓ!!
Y esto tiene que cambiarnos la vida. Nada puede seguir igual. Todos deben de notar en nosotros lo que estos días hemos vivido y celebrado. Jesús ha resucitado y lo llevamos dentro de nuestro corazón. Hemos experimentado el amor más grande: Jesús ha entregado la vida por nosotros, y por nosotros ha resucitado. Y algo así sólo puede ser levadura de algo importante, y ese algo ya ha empezado, ¿No lo véis? ¿No lo notáis?
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